La uva Tempranillo, una de las variedades más emblemáticas y apreciadas, ha ganado reconocimiento mundial gracias a sus características únicas y su versatilidad en la producción de vinos de gran calidad. Con una rica historia y una presencia significativa en algunas de las regiones vinícolas más prestigiosas, esta uva es un verdadero tesoro de la viticultura.

El nombre «Tempranillo» proviene de la palabra «temprano», debido a que esta uva madura antes que muchas otras variedades. Aunque el nombre Tempranillo es el más conocido, esta uva también es conocida por otros nombres en diferentes regiones de España y del mundo. En La Rioja, se le llama «Tinta del País», mientras que en Ribera del Duero es conocida como «Tinto Fino». En Portugal, particularmente en la región del Douro, se la conoce como «Tinta Roriz» y en algunas áreas del Alentejo se le llama «Aragonês».

La uva Tempranillo es una variedad tinta de piel gruesa, lo que contribuye a la intensidad de color en los vinos que produce. Los racimos de Tempranillo suelen ser de tamaño mediano, con bayas esféricas de un color azul oscuro a negro azulado. Esta uva se adapta a diversas condiciones climáticas, aunque prefiere climas con días cálidos y noches frescas, lo que favorece una maduración lenta y equilibrada de los azúcares y ácidos.

Los vinos elaborados con Tempranillo tienden a tener un cuerpo medio a pleno, con una acidez moderada y niveles variables de taninos, dependiendo del estilo de vinificación. Su perfil aromático es complejo y puede incluir notas de frutas rojas y negras, como cerezas, ciruelas y moras, junto con matices de tabaco, cuero, vainilla y especias, principalmente cuando se envejece en barricas de roble.

La uva Tempranillo es apreciada por su capacidad para producir una amplia gama de estilos de vino, desde vinos jóvenes y afrutados hasta vinos robustos y longevos. En la Ribera del Duero, es común encontrar vinos de Tempranillo que han sido envejecidos en barricas de roble, lo que añade complejidad y profundidad al perfil aromático y gustativo.

Una de las propiedades más destacadas de la Tempranillo es su equilibrio entre acidez, taninos y alcohol, lo que la hace adecuada tanto para vinos monovarietales como para blends. En la Ribera del Duero, el Consejo Regulador permite un porcentaje de mezcla con Cabernet-Sauvignon, Merlot, Malbec y Garnacha Tinta o, la Albillo, la única blanca autorizada.

Un ejemplo es nuestro vino tinto Semele, que tiene un porcentaje 90% Tempranillo y 5- 10% Merlot.

Una de las características de la uva tempranillo es que tiene una buena capacidad de envejecimiento. Los vinos reserva y gran reserva de la Ribera del Duero son ejemplos clásicos de cómo esta uva puede desarrollar complejidad y elegancia con el tiempo, adquiriendo notas de frutos secos, especias, tabaco y cuero que complementan los sabores de frutas maduras.

España es el principal productor de uva Tempranillo, con las regiones de La Rioja y Ribera del Duero a la cabeza en términos de calidad y prestigio.

La Ribera del Duero, produce vinos de Tempranillo conocidos por su intensidad y estructura. Los vinos suelen ser más robustos y concentrados, reflejando el clima más extremo y los suelos diversos. Los vinos de Ribera del Duero han ganado reconocimiento internacional y han elevado el perfil de la Tempranillo como una variedad de clase mundial. Los vinos de la Ribera del Duero se clasifican en cuatro categorías: joven, crianza, reserva y gran reserva, con un énfasis creciente en el envejecimiento y la complejidad a medida que se asciende en la clasificación.

En Bodegas Montebaco, la Tempranillo es un pilar fundamental de nuestros vinos formando parte al 100% de Montebaco de Finca, Montebaco CaraNorte, Montebaco Selección Especial y con un porcentaje muy alto en tinto Semele y Montebaco Rosado.

La uva Tempranillo es un pilar fundamental de la viticultura española y una de las variedades de uva más versátiles y apreciadas a nivel mundial. Sus diversos nombres reflejan su rica historia y su adaptabilidad a diferentes regiones y estilos de vinificación. Con su capacidad para producir vinos equilibrados y complejos, desde jóvenes y afrutados hasta envejecidos y sofisticados, la Tempranillo continúa cautivando a enólogos y amantes del vino por igual.